miércoles, 15 de diciembre de 2010

Caos aéreo

Caos aéreo.
La “huelga” de controladores ha causado un grave problema en España. Es realmente indignante que manifiesten su “desgraciada” situación, (siendo que ellos son los trabajadores que más cobran en el país), sin contar con que lo hayan pagado con el resto de los ciudadanos. Ya no solamente arruinándoles viajes de placer (que no necesariamente es poco, ya que probablemente, a lo largo del año, por motivos de trabajo o de dinero, no pueden realizar muchos), sino también inmigrantes que hacía varios años que no iban a sus respectivos países, y esta era una de las pocas oportunidades con las que contaban para poder ir, y ver a sus allegados. Eso sin contar con las personas que necesitaran viajar por problemas de salud.
Caos en el aeropuerto, personas incluso durmiendo allí, no precisamente plácidamente, desesperados debido a que no les informaban, o no totalmente, sobre qué iba a pasar con sus respectivos vuelos.
Si los controladores realmente consideraban que se encontraban en una mala situación laboral, lo correcto hubiera sido solicitar un permiso para llevar a cabo una huelga. Además, de ese modo, no les habría salido mal la jugada, como ha sucedido recientemente. Por otro lado, es muy discutible el hecho de que se encuentren en una mala situación laboral. En España, contando con la crisis económica, hay 5.000.000 de parados, y ellos son, como ya se ha mencionado anteriormente, los trabajadores que más ganan en todo el país. Eso sin contar con el hecho de que existen personas a las que no ofrecen contratos, o bien estos son precarios, o a las que, aprovechando el hecho de que sus contratos son precarios, o inexistentes, se les despide de la empresa sin motivo alguno.
Por otro lado, las bajas médicas. En teoría, una baja médica no se firma sin un motivo que lo justifique. Pues bien, bastó que ellos alegaran “estrés” (cosa que todos tenemos o hemos tenido por cualquier motivo), o un simple dolor de cabeza o resfriado (siempre hay momentos en los que nos encontramos con las defensas bajas). Si bien es cierto que había controladores aéreos que se encontraban en dicha situación, se trataba de un porcentaje mínimo.
Como dice el refrán, “nunca nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos”. Y está claro que los controladores cuentan con unos privilegios, de los cuales el resto de la población ha de conformarse con la mitad, o incluso menos, y no lo saben valorar.